La música demasiado alta puede dañar el oído
La música demasiado alta puede dañar el oído
Tomado de Audiored: https://www.audiored.es/web/noticias/la-musica-demasiado-alta-puede-danar-el-oido-2.html
Una habitual acción entre los jóvenes de hoy es la de escuchar música a todo volumen con auriculares y por largos periodos de tiempo.
El efecto que este habito puede llegar a causar es muy peligroso para el oído, si el tiempo de escucha supera los 90 minutos al día según un nuevo estudio realizado en EEUU.
El estudio concluyó que las personas que escuchan música a un 80% de la capacidad del volumen de su reproductor no debe superar los 90 minutos diarios.
Reuters Brian Fligor, autor del estudio afirma que "Si una persona excede eso un día en particular y luego no usa los auriculares el resto de la semana, no corre un riesgo mayor".
Y añadió "Estoy hablando de alguien que excede el 80 por ciento durante 90 minutos día tras día, mes tras mes, por años".
De igual forma se pudo establecer que cualquiera persona que escuche música al 100% del volumen máximo durante más de cinco minutos se enfrentaba al riesgo de perder la audición.
Uno de los mayores inconvenientes es que las personas que escuchan música repetidamente a altos niveles de volumen no se dan cuenta de que la pérdida de audición, para que esto suceda pueden pasar almenos 10 años.
También se llego a la conclusión que los auriculares que se colocan dentro de la oreja y emiten el sonido directamente a los oídos no son más peligrosos que los que se ubican por sobre éstos.
Preguntas frecuentes
+ ¿Qué es la reverberación?
Reverberación
La reverberación es la suma total de las reflexiones del sonido que llegan al lugar del oyente en diferentes momentos del tiempo. Auditivamente se caracteriza por una prolongación, a modo de "colasonora", que se añade al sonido original.
La duración y la coloración tímbrica de esta cola dependen de: La distancia entre el oyente y la fuente sonora; la naturaleza de las superficies que reflejan el sonido. En situaciones naturales hablamos de sonido directo para referirnos al sonido que se transmite directamente desde la fuente sonora hasta nosotros (o hasta el mecanismo de captación que tengamos).
Por otra parte, el sonido reflejado es el que percibimos después de que haya rebotado en las superficies que delimitan el recinto acústico, o en los objetos que se encuentren en su trayectoria. Evidentemente, la trayectoria del sonido reflejado siempre será más larga que la del sonido directo, de manera que -temporalmente- escuchamos primero el sonido directo, y unos instantes más tarde escucharemos las primeras reflexiones; a medida que transcurre el tiempo las reflexiones que nos llegan son cada vez de menor intensidad, hasta que desparecen.
Nuestra sensación, no obstante, no es la de escuchar sonidos separados, ya que el cerebro los integra en un único precepto, siempre que las reflexiones lleguen con una separación menor de unos 50 milisegundos. Esto es lo que se denomina efecto Haas o efecto de precedencia.